2013 – 2016 LA CREACIÓN DE FIARE BANCA ÉTICA

A partir de 2013, a consecuencia de la crisis, la opinión pública había cambiado como hemos visto en la etapa anterior, y se vuelve más receptiva. También los poderes públicos parecen más atentos a las llamadas a un sistema económico más humano y orientado a la sostenibilidad.  En 2015 se aprueban los Objetivos de Desarrollo Sostenible y la cuestión climática gana espacio en las agendas políticas. Europa genera sus primeros programas para dar apoyo a las finanzas inclusivas, algunas administraciones de carácter local entran a colaborar con las finanzas éticas y en general toman mayor relevancia las políticas de apoyo a la economía social y solidaria y al emprendimiento social. Ese escenario coincide con una etapa ilusionante en Fiare por el momentum de nuestro propio proceso: con la decisión de integrarse ya tomada, se diseña todo el diagrama social y en paralelo se desarrollan todas las infraestructuras técnicas y de producto. Las peticiones de charlas, ferias y de participaciones en jornadas se multiplican. Pero la ilusión de esta etapa contrasta con unos primeros momentos en los que el crecimiento de la base social y de la operativa financiera se debe detener hasta recibir la autorización del Banco Central de Italia y completar la puesta en marcha de la sucursal. La primera no llega hasta 2014 y el despliegue de los servicios básicos de la operativa bancaria (cuentas corrientes y tarjetas de débito) no se completa hasta prácticamente el 2016.   

En este periodo, apenas la única actividad bancaria que sigue desarrollándose es la concesión de crédito y la gestión de la cartera previa. En cuanto a la ampliación de la base social también queda frenada hasta la aprobación del folleto informativo por parte de la Consob (el órgano de control de los productos financieros de riesgo en Italia) de la campaña de capital social para el Estado Español y de la puesta en marcha de esos servicios básicos.  De manera que esta fase se vive con cierta exasperación: hay ilusión, hay medios, hay proyecto, hay base social, hay propuesta pero apenas no podemos invitar a nadie más.

Sin embargo la actividad interna se multiplica. La base social se organiza en 19 circunscripciones territoriales, se organizan sendas 19 asambleas territoriales anuales y se elige, en todas y cada una de ellas a un grupo de Iniciativa Territorial (GIT) que coordinará sus actividades y organizará todos los procesos cooperativos y a una comisión de evaluación socio-ambiental para las solicitudes de crédito. El área operativa también se reorganiza, incorporando nuevos perfiles y fortaleciendo el trabajo colaborativo con departamentos y con todos y todas las compañeras italianas. 

Por su parte, las entidades de la Junta Estatal del proyecto Fiare (territoriales y sectoriales) contactan con sus personas asociadas para traspasar su capital social y convertirse en socias del banco. En paralelo, empiezan a debatir su futuro pensando en una estructura interna del banco que permita mantener la coordinación que tantos frutos ha producido y permita seguir tirando del tejido asociativo del país hacia las finanzas éticas. La Fundación impulsa y coprotagoniza este proceso de reflexión y al mismo tiempo apoya el traspaso de socias y socios.   

En esta etapa hay dos momentos muy concretos,  en 2015, que proyectan una gran imagen pública Fiare. En primer lugar, la transformación de la oficina de Fiare agencia de Bilbao en sucursal de Fiare Banca Etica (marzo 2015) y en segundo lugar la puesta en marcha del servicio Hágase Cliente que permite ya la apertura de cuentas online y las tarjetas de débito asociadas. Las oficinas de Barcelona y Madrid se trasladarán de ubicación y se convertirán en equipos desplazados de la sucursal de Bilbao y entre los tres equipos se gestionará la actividad en todo el territorio. 

En 2016 toda la actividad queda definitivamente establecida. Fiare Banca Etica termina su proceso fundacional. Un hito histórico no exento de complicaciones que se han ido superando una a una, gracias a la tenacidad e insistencia de toda la base social y al acierto en la toma de decisiones a lo largo de la historia. Tres razones, tenacidad, insistencia y acierto, que acentúan la importancia de aquella visión inicial de la Fundación y que todos los actores que se fueron incorporando hicieron suya, de poner el mayor esfuerzo siempre al desarrollo de redes ciudadanas y de liderazgos compartidos para hacer realidad proyectos casi imposibles a priori como el de poner en marcha un banco ético.   

Al final de esta etapa, el banco otorga la consideración de entidad de socia de referencia al conjunto de las territoriales, a las sectoriales y a la Fundación. Las socias de referencia, junto al conjunto de socias trabajadoras  y las estructuras de representación social y las áreas territoriales, conforman el cuerpo de portadores de valor del banco. Por ello, las socias de referencia constituyen la Mesa de Socias de Referencia y la Fundación inicia una nueva etapa con objetivos y planteamientos distintos, pues su objetivo inicial ya se había conseguido: Fiare Banca Etica es por fin una realidad. 

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *